Cuando el avión no para de moverse

Como respuesta a nuestra nota “Mensaje aterrador”, Ángela comentó que en un vuelo de American Airlines a Nueva York realizado en Octubre 17 el avión “no dejó de moverse y nadie de la tripulación hizo ningún comentario”.

Cuando algo así sucede, el desconocimiento de lo que está ocurriendo sumado a la mala predisposición que uno puede tener por ser ansioso, aprensivo o miedoso, hace que la situación sea más tortuosa aún. Si a eso le sumamos la falta de comunicación de la tripulación, ayuda a que la mente catastrófica e imaginativa se hiperactive con recuerdos, imágenes y lea o interprete las sensaciones físicas de la peor manera.

¿Cómo interpretar una situación como la relatada?

– Lo más importante es quedarse con lo bueno. Uno puede pasarlo pésimo, pero el avión y la tripulación hicieron muy bien su trabajo. Llevaron sano y a salvo al pasaje de un punto al otro.

– Al avión no le importa si hay mucha turbulencia y ella NO LO AFECTA. Las tormentas son normales y los rayos también. Está preparado para situaciones climáticas intensas.

– Esos vuelos que son tan movidos desde que salen hasta que llegan no son frecuentes y un piloto puede experimentar eso muy pocas veces en el año. De vez en cuando, toca un vuelo con estas características. A los pilotos tampoco les gusta, no por peligrosos sino por ser incómodos. Dicho esto por Gustavo y Christian, los pilotos de nuestro equipo.

– Las líneas aéreas tienen políticas de comunicación con los pasajeros, pero después la personalidad de quienes tripulan hace que sean personas más comunicativas o empáticas con los pasajeros. No los estoy disculpando, es más, creo que cuando un pasajero no se siente cuidado o contemplado y vive un vuelo con tanto miedo puede llegar a decidir dejar de volar. Lo vemos en nuestros cursos.

– Probablemente ese día los vuelos de otras aerolíneas también hayan sido muy movidos. Cabe aclararlo para que no se asocie a AA con vuelos muy turbulentos. La turbulencia fue la condición climática de ese día y es muy probable que en otras aerolíneas los vuelos hubieran tenido condiciones similares.

– La mente tiene la tendencia a quedarse más apegada a lo negativo que a lo positivo y seguramente de un vuelo tan movido, pero que llegó sin inconvenientes ni para el avión ni para el pasaje, uno recuerde más “ese viaje que el avión no paró de moverse”, es muy humano pero nos gustaría ayudar a poner la lente en lo positivo.

Consejo:

• Lo ideal es volver a hacer un viaje aunque sea cortito para que permita modificar el mal recuerdo. ¿Cuándo? Lo más pronto posible.

• Pedir ayuda para conocer acerca de los aviones y la meteorología y así poder aprender que el avión es el medio de transporte más rápido y seguro aunque sus movimientos y lo incierto del vuelo (para el pasajero) no sean del agrado personal.

Cuando el avión no para de moverse
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