Les escribo porque acabo de regresar de un viaje de prensa a Perú, el cual fue mi primer vuelo luego del curso. En total tomé cuatro aviones y la verdad es que tuve una grata experiencia.
En el primero, que fue Buenos Aires – Lima por Aerolíneas Argentinas, estaba un poco nerviosa aunque muchísimo menos que en otras ocasiones. Para calmar los nervios tomé una pequeña dosis de un ansiolítico para poder relajarme un poco. Funcionó muy bien. Lo peor fue el momento del despegue. Me puse muy nerviosa, pero me ayudó muchísimo aplicar la técnica de relajación y respiración que nos enseñaron en el curso. Con eso pude bajar las pulsaciones y controlar mi cuerpo. Después, ya pude olvidarme del asunto y me pasé el vuelo leyendo y mirando series.
A partir de ahí los otros vuelos fueron incluso mejores. No tomé ninguna pastilla y (aunque me puse nerviosa) pude controlar mis sensaciones todo el tiempo. Cada vez que me volvía algún viejo temor recordaba todo lo que nos enseñaron Inés, Gustavo y Liliana y pude alejar mis miedos.
Agradezco mucho por toda la ayuda que recibí de todos ustedes!
El 7 de junio vuelvo a tomar otro vuelo, aunque esta vez por mis vacaciones. Presiento que a partir de ahora todo va a ser mucho más placentero, ya que viajar es una de las cosas que más disfruto en la vida. Y, aunque quizás el temor no desaparezca por completo, es muy gratificante que el hecho de volar no signifique ya un sufrimiento sino un medio para hacer algo que amo.
Un beso grande a todos! Y ojalá cada uno de ustedes pueda seguir superando este miedo.