Carlos y Elvira
Estamos pasando unas vacaciones distintas, ya no nos angustia el traslado. Gracias!
Estamos pasando unas vacaciones distintas, ya no nos angustia el traslado. Gracias!
Les escribo desde París. Pude dormir todo el viaje y hasta repasar francés. Increíble!
Después del curso, ya estoy con ganas de volar: el último día soñé que tenía alas!
Lo que mejor que pude haber hecho es tomar el curso: perder el miedo es una experiencia muy liberadora.
La turbulencia se hizo sentir, pero apliqué los métodos del curso y la fui sobrellevando. Sobre todo, nunca más pensé que nos íbamos a caer.
Me sentí distinta, sabiendo lo que pasaba adentro y afuera y pudiendo sacar de mi cabeza esos pensamientos catastróficos.
Pensé que los datos técnicos que dieron en las charlas no me aportaban más que angustia. Para mi sorpresa, me dieron muchísima seguridad al momento de volar.
Me sirvió mucho el consejo de dejar los ojos abiertos durante el despegue y mover las manos y pies.
Cuando venia alguna turbulencia, subía la música y bailaba con ella, como decía Lili!
Después de estos primeros vuelos, me tengo toda la confianza. Se imaginan lo feliz que me sentí y me siento?