Dany
Habernos compartido estas intimidades y haber podido empatizar con todo el grupo me dio valor para enfrentarlo.
Habernos compartido estas intimidades y haber podido empatizar con todo el grupo me dio valor para enfrentarlo.
Antes de subir tuve mucho miedo, pero hice lo que dijo Lili de la respiración y de a poco me fui calmando.
Es muy gratificante que volar ya no sea un sufrimiento sino un medio para hacer algo que amo.
Les escribo desde París. Hacer el curso fue la mejor inversión en todo sentido. Viajé más tranquila, para mi sorpresa pude derribar los miedos y pensamientos negativos.
Logre superar los nervios ya que me sentí muy acompañada con Lili que en todo momento estaba pendiente de mí.
En el despegue hice el ejercicio de ir “a lo picapiedra” y ya es comenzar el vuelo de otra manera. Ahora puedo volar sin sentirlo como una experiencia traumática.
En el avión tuve ansiedad pero, como habíamos visto, sólo la observé y logré puntuarla. Les agradezco haberme otorgado las herramientas necesarias para poder volar mejor y mas feliz!
Puse en mente todos los conocimientos del curso y me di cuenta de que no era nada grave, estoy feliz de haber podido volar sin medicación.
Me sirvió mucho la catarata de información que me llevé del curso. Es la primera vez que pruebo bocado en un avión, no me perdí ni de tomarme unos vinitos!
El avión no es mi medio de transporte favorito, pero la alegría de mis chicos en el viaje lo justificó, y el curso me ayudó mucho, sobre todo las charlas del piloto y el entrenador de vuelo.