Carlos Fiorentino

Llegué el domingo de mi viaje a Europa y paso a contarles resumidamente mis sensaciones respecto al avión: Partimos el 08/09 por la noche en un Jumbo 747.

Tenía el trayecto a Madrid y el estado del clima facilitado por Gustavo, el Piloto del equipo de Alas, un día antes del vuelo. Este dato me dio cierta tranquilidad y a pesar de que en una parte del trayecto el avión pasó por una fuerte turbulencia, lo pude de alguna manera sobrellevar y poner en práctica algunas recomendaciones del curso, confirmaron que por este motivo no se puede caer.

Es muy incómodo e intrigante pero llegamos a nuestro destino como estaba previsto, no puedo decir que estoy encantado… pero con voluntad y un pensamiento positivo logré pasar esta primera prueba europea. El segundo vuelo de Barcelona a Paris fue bárbaro, solo un poco de turbulencia pero tanto el despegue como el aterrizaje excelentes.
El regreso a Buenos Aires desde Roma fue más largo, el vuelo duro 14 horas en un Airbus este avión es más moderno que el Jumbo y en esto hay diferencia, mejor despegue y en todo el trayecto si bien hubo algunas turbulencias menores tuve un vuelo muy lindo. Como anécdota les cuento que al ratito del despegue de Roma en el sector que estaba mi fila de asiento ( 21 E ) al costado del ala se empezó a escuchar un ruido fuerte que a mi parecer provendría de la turbina o del lado del ala. Para colmo del lado de los asientos de a dos estaban dos matrimonios mayores que enseguida llamaron a la azafata muy preocupados ya que ellos percibían más fuerte que yo el ruido, este hecho me inquietó mucho y me desconcentró del eje que me hacia sentir bien en este vuelo. Al rato vino el ingeniero de vuelo junto a otro compañero, miraron desde la ventanita que da al ala y las turbinas entonces tuve oportunidad de preguntarles y me dijeron que iban a chequear todo y nos informarían. Al rato apareció uno y me dijo que no había de que preocuparse ya que hicieron los controles de rutina y todo estaba funcionando bien, pese a toda mi incertidumbre, recordé todos los controles que se hacen respecto al avión y de cómo Gustavo nos enseño la responsabilidad con que se trabaja y de la eficacia de nuestros pilotos.

Sepan que pude dormir de a ratos y que pese al ruido molesto que se presentaba en algunos momentos tuvimos un muy buen vuelo, se que estoy en camino para mejorar mis sensaciones sobre el volar y por ende el temor a los aviones, tal vez si tengo que ponerle puntos a esta nueva etapa diría que estoy en un 50% mejor que antes.

El curso sirve en la medida que uno se de cuenta de todas las garantías que ofrece este aparato maravilloso que acerca países y culturas diferentes y que poniendo en práctica los distintos métodos que nos han enseñado en ALAS podamos experimentar que el avión está preparado para llegar a donde sea el destino asignado y que poniendo un poco de nosotros sepamos disfrutar y maravillarnos de lo que significa la tecnología a favor del bienestar del pasajero.

Espero Dios mediante poder hacer algún otro viaje y mejorar un poco más en cada vuelo mis limitaciones, agradezco a todo el grupo de ALAS por su atención respecto a ponerse al lado del que sufre algún temor a volar, los tendré siempre conmigo y les digo a mis compañeros del curso que todavía no han volado que hagan su experiencia ya que sólo intentando lo que nos molesta o condiciona podamos darnos cuenta que con voluntad y herramientas adecuadas podremos dejar atrás al menos en gran parte el temor a volar, por mi parte espero seguir subiendo escalones para llegar algún día a disfrutar plenamente el vuelo.

Carlos Fiorentino
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