Un abrazo

Después de tantos años de trabajar con fobias y distintos miedos, en este caso estamos hablando desde nuestro sitio de AEROFOBIA, pero hoy queremos hacernos eco del dolor inmenso producido por este accidente, que dejó un saldo fatal y un daño emocional incalculable.

Sabemos que para que se desencadene una fobia es necesario tener la percepción de que aquello que se teme es tan peligroso que puede costarnos la vida. Y sin duda, más allá de las personas que hayan estado en el tren en ese momento, hay otras que pueden tener esta percepción al viajar en ese medio de transporte. Es un hecho, a muchos les costó la vida, a otros les generó daños físicos y psíquicos y a muchos los colocó en sumo riesgo.

En realidad, los medios de transporte, hoy por hoy generan incertidumbre. Podemos hablar de los autos, los micros y lo que sucedió en el Crucero Costa Concordia o lo que está sucediendo en este momento en otro Crucero de la misma Línea, que está a la deriva.

Simplemente nuestra intención es, primero y principal, valorar a todas esas personas que al día siguiente volvieron a subir al tren. No podríamos determinar si realmente fue un acto de inconsciencia, de valentía o de necesidad. Sabemos, que de no haberlo hecho es probable que se hubiera incrementado el miedo, pudiendo llegar a desencadenar una fobia.

Hay muchas personas que no pueden darse el lujo de dejar de usar el tren como medio de transporte, obviamente por razones económicas.

La intención de esta nota es llevar la atención a reafirmar que no hay nada en la vida que esté exento de riesgo, vivir, caminar, tomar algún medio de transporte, siempre hay presente un riesgo, Algunos, como en este caso podrían haberse previsto o bien minimizado.

Los miedos se agigantan cuando se ven imágenes tan dramáticas como las que vimos estos días por televisión. Una manera de protegerse es ponerse un límite al exponerse a imágenes de tanto impacto emocional, sobre todo si uno se reconoce como muy sensible.

Nuestro deseo, de alguna manera, es hacer prevención. Nos dirigimos a las personas que se hayan sentido muy afectadas por estas imágenes o bien por los relatos, o por los comentarios que este suceso haya desencadenado, para que no duden en buscar ayuda.

Si hablamos del avión y sus pasajeros, es un medio de transporte lujoso para los que lo utilizan sólo para vacacionar, pero para otros es un es un medio de transporte necesario por cuestiones laborales, así como lo es el tren en este caso puntual.

Este llamado de atención es, para que la vulnerabilidad que se desencadena frente a un accidente, o frente a una situación tan traumática, permita a los afectados solicitar ayuda para que ésta pueda ser procesada de manera tal de no llegar a evitar, ni el avión, ni el tren, ni el barco, si fuera necesario, o cualquier otro medio de transporte incluyendo los autos.

Un abrazo
Deslizar arriba